Hay gente especialista en recolectar amigos, compañías y conocidos. Yo he de reconocer que no soy de esa gente. Tengo pocos amigos. Pero los que tengo valen su peso en oro. Y empiezo hablando de mis amigos porque el pasado fin de semana fui a conocer el pueblo de mi gran amigo Ibon, me instalé en casa de su madre y descubrí ese rinconcito llamado Hondarribia.
Siempre que uno se queda en casa de alguien suele llevar algo típico de la zona o de donde viene, unos vinos, quesos…cosas así. Pero a Ibon y a su madre (María Teresa) les quería sorprender con algo trabajado y cuidado, algo que no significase tanto por el origen si no por el cariño con el que está hecho ♥
Y claro…no les iba a hacer unos patucos, no? Pues no. Les hice unos bizcochos de verdura de chuparse los dedos: uno de calabacín y limón y el otro de calabaza. En este post contaré el de calabaza pero prometo que pronto llegará el de calabacín y limón.
Bueno, al lío. Les hice estos bizcochos pensando en que a María Teresa no le gusta mucho el dulce, y bizcocho y verdura me pareció una combinación genial para sorprenderles. Nosotros guardamos los bizcochos para tomarlos de postre el domingo, pero están ricos para el desayuno, e incluso para tomar una vez duros con foie o con algún sorbete o helado. Total, que sirven pá tó. Y están de lágrima.
Os recomiendo que no los dejéis tapados después de cocinarlos, se mantienen perfectamente al aire libre e incluso les viene bien para perder algo de humedad. Son fáciles, poco delicados y nada sufridos. Lo que viene siendo un bizcocho, vamos. Mezclar ingredientes y hornear 180°C de toda la vida.
El resultado fue estupendo, y los disfrutamos el domingo de postre. Una comida maravillosa rodeada de una familia muy muy especial, mil gracias.
Pero bueno, no nos pongamos sentimentales y cocinemos. Hey ho, let’s go!
INGREDIENTES
- 190 gramos de harina
- 115 gramos de azúcar moreno
- 55 gramos de azúcar blanco
- 1 cucharita de bicarbonato
- 1 cucharita de levadura
- 1 cucharita de canela
- 1 pizca de sal
- 220 gramos de calabaza
- 8 cl de aceite de girasol
- 55 gramos de mantequilla en pomada
- 70 gramos de miel
- 2 huevos L
PREPARACIÓN
1_Lo primero de todo cortamos la calabaza en tacos grandes y ponemos a hervir. También aprovechamos para preparar nuestro molde con papel de horno o con mantequilla y salpicado de harina.
2_Por otro lado mezclamos los ingredientes secos: harina, azúcares, levadura, bicarbonato, canela y sal. En otro cuenco mezclamos los huevos con el aceite de girasol, la mantequilla y la miel.
3_Cuando la calabaza esté muy blanda la dejamos de hervir, retiramos la piel y batimos el fruto para que quede bien licuado; esta mezcla la añadimos a la de los huevos.
4_Precalentamos el horno a 180ºC.
5_Mezclamos las dos masas: la seca y la húmeda, y removemos muy bien para que no quede ningún grumo. Cuando el horno esté caliente vertemos la mezcla en el molde y horneamos durante unos 55′. No desesperéis si veis que tarda un poquito más en hacerse por dentro, merece la pena la espera.
Fácil, ¿verdad? ¡A por ello!